El riesgo le respira en la nuca a cualquier inversionista, no importa el tipo de estrategia, portafolio, diversificación o producto financiero.
El riesgo le respira en la nuca a cualquier inversionista, no importa el tipo de estrategia, portafolio, diversificación o producto financiero.
Por Gustavo Martínez Gameros
CEO de Snowball
El riesgo es real. El riesgo le respira en la nuca a cualquier inversionista, no importa el tipo de estrategia, portafolio, diversificación o producto financiero (deuda, inmobiliario, capital), el riesgo es el compañero eterno de la inversión. Básicamente es un matrimonio imposible de separar.
Para nadie que conozca, al menos un poco, sobre inversión es un secreto que las oportunidades de Capital de Riesgo son las que más riesgo conllevan -el mismo nombre lo dice-.
-Para los perfeccionistas de la redacción debe de ser un martirio tener que leer la palabra riesgo una y otra vez, una disculpa.-
El capital de ries... -ya no diré esa palabra-, tiene una premisa importante: la revaluación de las empresas con el tiempo. Podríamos decir que la principal razón de invertir en capital de rie... es el aumento de valor de las empresas donde se decide apostar liquidez.
Por ejemplo, si pagaste 200 pesos por una acción de Panadería Costra, la apuesta como inversionista es que esa acción en unos años valga 300, 400, 500 pesos o mucho más.
Sencillo en la teoría, complicado en la práctica.
Es por eso que en snowball.mx decidimos que nuestras Oportunidades de Inversión (ODIs) vía capital de r... tenían que otorgar liquidez a corto, mediano y largo plazo. De esta manera no dependemos de la salida o venta de las acciones como la única opción para que nuestros inversionistas generen rendimientos.
Por tal motivo creamos Oportunidades de Inversión (ODIs) de empresas capaces de pagar dividendos adelantados o bonos con rendimientos anualizados y repartidos de manera mensual.
Esto nos ha traído un sinnúmero de críticas por parte de otras plataformas de financiamiento colectivo. Y aquí mi pregunta es:
¿Por qué nos oponemos a cambiar las reglas de lo tradicional o establecido?
En promedio, los inversionistas de nuestra plataforma destinan 4,000 pesos mensuales a las diferentes ODIs que ponemos a disposición del mercado.
No podemos suponer y mucho menos obligar a que nuestros inversionistas tengan las mismas condiciones que tiene un fondo de inversión de capital de r... dónde ahí sí, el negocio está únicamente en el aumento de valor de la empresa.
¿Por qué no?
Por una simple y sencilla razón: somos diferentes.
Un fondo de inversión, en el 99% de los casos, no realiza una inversión pasiva; es decir, sin derecho a voto, sin participación en el consejo, sin participación en comités, etc. Por el contrario, en algunos casos los mismos fondos toman los departamentos financieros de las empresas para así controlar, al menos financieramente, la operación de la empresa.
Nuestros inversionistas están dispuestos a comprar acciones sin derecho a voto de empresas en su mayoría consolidadas, pero con un gran potencial de crecimiento. De esta manera, el control de la operación de la empresa se mantiene en un 100% del lado de los socios operadores.
Esto tiene un precio para las empresas: beneficios para los inversionistas al corto, mediano y largo plazo.
No nos confundamos, sigue siendo capital de riesgo -ahora sí con todas sus letras-, pero en snowball.mxpensamos que era necesario adaptar ese tipo de inversión a un modelo que promoviera la atomización real de la inversión, además de la existencia de una interacción constante entre las empresas y la comunidad de inversionistas.
Cabe señalar que el adelanto de dividendos o, en su caso, bono anual, es solo por los primeros dos años de haber realizado la inversión. Posterior a eso, los inversionistas recibirán un dividendo sobre las utilidades de la empresa de manera trimestral, semestral o anual.
¿Vamos a seguir hablando de dividendos? Por supuesto que sí.
¿Vamos a seguir promoviendo el pago de dividendos adelantado?
Por supuesto que sí.
¿Estamos abiertos a recibir empresas en etapas tempranas que no ofrezcan dividendos?
Por supuesto que sí.
Al final, lo más valioso es la capacidad de crecimiento de la empresa y sus socios.
¿Vamos a dejar de promover el pago de dividendos a nuestros inversionistas?
Por supuesto que no.