Tomar riesgos en plena crisis parecería la crónica de una muerta anunciada, una decisión sin fundamentos destinada a fracasar desde su raíz.
Tomar riesgos en plena crisis parecería la crónica de una muerta anunciada, una decisión sin fundamentos destinada a fracasar desde su raíz.
¿Invertir en tiempos de crisis
Gustavo Martínez Gameros
CEO de snowball
En inversión los riesgos son los reyes de los fundamentos, al menor riesgo mayor probabilidad de éxito, al mayor riesgo menor oportunidad de inversión. Los riesgos son infinitos, interminables y por si fuera poco, cada día nos inventamos nuevos factores de medición para seguir aumentando nuestra pileta de razones por las cuales invertir no suena como una buena idea.
Si a esto le sumamos la coyuntura que estamos viviendo, cualquier estudio de factibilidad te recomendaría NO INVERTIR y es cierto.
El problema con las variables y los factores es que son demasiado objetivas. Son frías, calculadoras. Miden las tendencias, lo que está sucediendo y lo que va a ocurrir en la mayoría de los escenarios posibles. Pero NO incluyen el factor sorpresa, de inflexión, el factor humano.
Las personas somos variables vivas, cambiantes y eso nos vuelve factores imposibles de pronosticar.
En el deporte se dice que las estadísticas están hechas para romperse. Lo mismo en los negocios, las tendencias macro, micro, de mercado, no son más que mediciones de un patrón de comportamiento de lo que se ha hecho en el pasado. Pero el futuro no es una gráfica, el futuro es impredecible.
Dicen que los economistas se dedican a dos cosas: en primer lugar a estudiar y presupuestar lo que va a pasar en el futuro y en segundo lugar a explicar porqué no sucedió lo que ellos pronosticaban. Simple, hay factores que son imposibles de suponer.
En la economía la mayoría de las tendencias son lineales, para bien o para mal, los factores no generan cambios repentinos que sacudan las estadísticas. La única variable que puede no sólo sacudir sino evolucionar y transformar la economía es la TECNOLOGÍA.
La tecnología es el factor siempre rebelde, inquieto, inconforme, que busca cambiar constantemente.
El concepto más importante en la economía es la PRODUCTIVIDAD. La productividad es dinámica, es movimiento, es acción y ¿qué es más dinámico que la tecnología?.
Las estadísticas no incluyen la necesidad constante de las personas por renovarse, somos seres vivos en la búsqueda constante de mejorar nuestra realidad y en esa búsqueda creamos tecnología y de esta manera volvemos a romper las fórmulas económicas y obligamos a reescribir las estadísticas. No hay mayor forma de expresión humana que la tecnología, quizás el arte pero esa es otra conversación.
Hay momentos donde la disrupción y la productividad se unen desde su raíz. Eso es lo que está sucediendo en este momento.
Se dice que para que una economía crezca debe de haber un aumento considerable en la inversión pública, extranjera y nacional. Grandes inversiones que se destinan a obras de infraestructura, parques industriales, aeropuertos, etc. Si nos guiamos por estos factores la cosa no pinta bien.
Pero ¿dónde quedan las empresas más dinámicas, las que crecen a dos dígitos por año, aquéllas que representan el 80% del empleo en México?
¿Dónde quedan los y las pequeños inversionistas que buscan generar productividad y poner su dinero a trabajar?
Es ahí donde llega la innovación. La tecnología se crea para simplificar nuestras vidas en diferentes ámbitos. Por años las finanzas fueron un rubro ajeno a los cambios, a la modernidad, pero llegó la hora.
Hoy en día existen empresas que buscan empoderar a los entes económicos que estaban olvidados. Para con ello lograr una revolución económica y financiera que vuelva a forzar que se reescriban las fórmulas y estadísticas.
¿Cuándo íbamos a imaginar que desde nuestra casa podríamos invertir en las empresas más productivas?
Justo en las crisis es cuando tenemos que cambiar, aprovechar ese punto de quiebre, para convertirlo en un punto de inflexión.
Nunca antes estuvimos tan cerca de empoderar financieramente a tantas personas, están naciendo nuevos inversionistas todos los días. Tan sólo en snowball.mx hemos llegado a abrir cuentas de más de 160 personas en un solo día, 160 nuevos inversionistas y nuevos socios de empresas que crecen año con año.
Volvamos a la pregunta del inicio: ¿invertir en tiempos de crisis? Sí.